Son las siete de la mañana, y aún quedan 30 minutos para que suene la alarma de mi despertador, pero yo no consigo dormir más. Todos mis sentidos están alerta, y la adrenalina totalmente disparada. Me encuentro, como diríamos coloquialmente, «acojonado». Mi mujer tiene la habilidad de ser persistente y, aunque yo desde hace muchos años me juré a mi mismo que jamás jamás haría submarinismo, ella amorosamente lo ha conseguido.
Es muy interesante estudiarse a uno mismo, ver la tremenda influencia que tienen el miedo, lo desconocido y los prejuicios sobre nosotros. Fíjate que yo, ignorante de mí, había decidido no hacer submarismo simplemente porque me daba mucho miedo, y claro, me escondía detrás de la careta de: «hombre, yo no voy a jugar así con mi vida», «la gente no valora su vida»; y frases chorra por el estilo. Amig@, ¡de lo que me he estado perdiendo todos estos años! No sé si has tenido la oportunidad de explorar el mundo subacuático. Seguro que alguien, alguna vez te dijo que es increíble, que todo se ve, oye y siente de otra forma y bla bla bla… A lo mejor tú, al igual que yo, pensaste: «sí sí, pero eso no es para mí». ¡Patrañas! Sí es para ti… ¡Es para todo el mundo! ¡Créeme cuando te digo que es de las mejores experiencias que he vivido en mi vida! Al principio, te sumerges los primeros centímetros; luego unos metros… Es una sensación muy extraña, una mezcla de: «estoy flipando con estos nuevos colores y cantidad de bichos a mi alrededor» y, «¿qué hago si se me sale el regulador de oxígeno de la boca?» Pero, unos minutos después, suspendido en el agua como si estuvieses en el espacio, simplemente se te dibuja una sonrisa en los ojos y no puedes parar de alucinar con todo a tu alrededor. Por si no lo he dejado claro aún, ¡pruébalo alguna vez y no seas cagueta como lo fui yo!
Me apasiona descubrir mis debilidades. Y concretamente en esta historia veo un paralelismo magnífico entre el miedo que sentía yo para hacer submarinismo y el miedo y la parálisis que sienten algunas marcas para enfrentarse a la social media. Si al igual que yo, te refugias en el miedo y te resistes a salir de tu «zona de confort», te estarás perdiendo una oportunidad. Rétate a ti mismo, y sal de tu «zona de confort» para descubrir este nuevo océano de beneficios que ofrece la social media a tu marca.
Esto es lo que aprendí durante mis inmersiones a 18 metros bajo el mar:
1- Adáptate a las reglas: cuando tomas la excelente decisión de hacer submarinismo, lo primero que harán será ponerte un vídeo de unos 45 minutos en el que te explican las reglas y conceptos básicos. Hay 3 reglas que son las más importantes:
- I.La regla de oro es «nunca pares de respirar». Debido a la presión que ejerce el agua, a mayor profundidad el aire se comprime ocupando menos espacio y, al volver a subir, el aire se expande de nuevo. Esta ley física puede ocasionar lesiones serias en los pulmones si se retiene la respiración.
- II.Sumérgete a la profundidad despacio y compensando el aire. Los oídos son espacios abiertos que sufren con la presión del agua. Es muy importante compensar el aire exhalando con la nariz tapada, de esta forma evitamos serias lesiones en los oídos.
- III.Al subir a la superficie debes hacerlo lento, más despacio que tus burbujas de aire. Como dije antes, el aire al subir se expande, y si subimos demasiado rápido nos arriesgamos a lesionar los pulmones.
Estas son las reglas más importantes; a ningún submarinista en su sano juicio se le ocurriría saltárselas. La social media también tiene sus reglas y, mi recomendación es que nunca nunca las pases por alto.
A continuación, te describo las 3 reglas de oro para participar con tu marca en la social media:
- I.Escucha primero. Nunca jamás empieces a participar en las redes sociales sin antes haber realizado un buen proceso de escucha. En mi post anterior expuse mi opinión sobre ello.
- II.Tienes que ser y poder ser transparente. Ojo, no he dicho debes, he dicho TIENES. Ser transparente NO es opcional. Y sí, todos sabemos que la verdad puede ser relativa. Creo que cuando decimos transparencia en social media, nos referimos a ser coherentes, a usar la lógica y el sentido común (de todos y en beneficio de todos, no solo de una de las partes).
- III.Engaged forever. Sí, esto va en serio. El matrimonio marca-cliente es para todo la vida. Y al igual que en un matrimonio, si el tufo de la monotonía y la falta de chispa aparecen, cuidado que a eso le quedan tres telediarios.
2- Cuidado con la presión del entorno: en submarismo, la presión que ejerce el agua sobre nosotros se mide en bares o atmósferas. Cada 10 metros la presión se multiplica siguiendo el siguiente patrón: 10 metros se multiplica x2, a 20 metros se multiplica x3, a 30 metros x4 y así sucesivamente. Saber esto es clave para la supervivencia bajo el agua. Por ejemplo a 10 metros de profundidad nuestro tanque de oxígeno se gastará el doble de rápido que en la superficie.
En social media sucede algo parecido en la relación: cantidad de fans que tiene tu marca versus la «presión» que esto ejerce sobre la misma. Me explico, supongamos que empiezas tu estrategia social media con los siguientes recursos:
- 1 Community Manager que dedica X horas al día
- Un presupuesto X para dedicar en las plataformas
- Tu comunidad en ese momento vamos a decir que es de unos 5000 fans
Bien, ¿qué sucede cuando tu comunidad vaya creciendo y alcances los 100.000 fans? Seguro que la lógica te dice que obviamente necesitarás más recursos para poder atender correctamente a ese nuevo tamaño de comunidad. Desgraciadamente, la realidad es otra. Te sorprenderías al ver que la gran mayoría de marcas a día de hoy no se ajustan al tamaño de su comunidad en cuanto a recursos se refiere, lo cual perjudica seriamente la relación, ya que, poco a poco, el usuario se va sintiendo más desatendido y la marca le va aportando menos y menos valor. Para evitar esto, debemos tener en cuenta a la hora de crear nuestras estrategias, que la comunidad tenderá a crecer, si todo va bien por supuesto, y que debemos contar con recursos para hacer frente a ese crecimiento. Esto no te debe dar miedo, porque si planteaste unos objetivos que aporten valor a tu negocio, no te dolerá en absoluto invertir más recursos en social media.
3- Prepara cuidadosamente tu equipo: lo primero que harás antes de ir a sumergirte en el agua será preparar minuciosamente tu equipo de buceo. La seguridad es prioritaria para que un accidente no te arruine la diversión así que, paso a paso, confirmarás que: el tanque de oxígeno está lleno y en buen estado, que el chaleco de flotabilidad funciona, que los reguladores de oxígeno principal y secundario van bien, que el oxígeno huele y sabe bien (para evitar la intoxicación de oxígeno en mal estado, es muy peligroso); y finalmente que tienes los demás elementos como: careta, patas de rana y pesos para la cintura. «All checked? Yes, checked!» Y ya estamos ready para hacer una inmersión con una probabilidad de éxito de un 99,99%.
En nuestra agencia, todo nuestro equipo está comprometido con la seguridad en social media. Te invito a que hagas este chequeo:
¿Contamos con las herramientas necesarias (monitorización, engagement, sCRM, influence etc…)?
¿Está el equipo formado para usar las herramientas y conseguir los objetivos planteados en la estrategia?
¿Tenemos un plan de contingencias? ¿Protocolo de crisis?
¿Todo el equipo conoce y entiende los objetivos?
«All checked? Yes, checked!» Entonces ya lo tenemos, una altísima probabilidad de que tengamos éxito. La gran mayoría de los errores en un proyecto de social media son anticipables con una buena planificación previa; lo he visto en muchos casos reales. Si en submarinismo nos jugamos la vida en este chequeo, en social media nos jugamos la reputación y la continuidad de nuestra marca.
4- Selecciona bien a tu «buddy»: hay algo extremadamente importante que debes tener en cuenta a la hora de practicar submarinismo: NUNCA NUNCA NUNCA debes hacerlo solo. Para bucear de forma segura SIEMPRE debes de hacerlo en compañía de mínimo una persona, lo que técnicamente llamamos un «buddy» (compañer@). Tu buddy es indispensable para preparar y chequear bien tus inmersiones y, principalmente, para aumentar tus probabilidades de sobrevivir en más de un 90% en caso de una emergencia. Por ejemplo, si te quedas sin oxígeno, tus probabilidades de sobrevivir si llevas a un buen buddy son MUY altas; pero si vas solo… ¡Chungo!
Lo que he aprendido de esta parte del buceo es que, en social media, cuando vamos a elegir a nuestro partner, sea un equipo de profesionales, un freelance o una agencia, es vital que lo seleccionemos muy cuidadosamente, porque las probabilidades de fracasar por culpa de un mal «buddy» son muy altas.
Estas son las preguntas que te recomiendo tengas en consideración a la hora de elegir a tu buddy en social media:
– ¿Son especialistas o esto es algo más dentro de su amplia carpeta de servicios?
– ¿Con qué marcas trabajan y qué resultados han conseguido?
– ¿Cuál es su visión en social media? Valores y principios.
– ¿Cuántos y quiénes (perfiles) estarán en mi equipo?
– ¿Qué recursos y cuánto tiempo se le va a dedicar a mi marca?
Espero que hayas descubierto y disfrutado las enseñanzas que nos aporta el submarinismo en nuestra profesión: ¡es apasionante! Me gustaría dar las gracias a mis amigos de Oceans 5, que es el centro de buceo donde aprendí y viví esta maravillosa experiencia, y en especial gracias a Phil Penn nuestro excelente instructor.
Mi frase a destacar para este post sería:
La vida de tu marca en social media depende de la preparación previa que hayas tenido. All checked? Yes, checked! Entonces sobrevivirás.
Una vez más me gustaría agradecer tu tiempo dedicado a esta lectura. Espero que estas líneas te hayan reportado algún beneficio. Por favor, si te ha resultado interesante este contenido, te invito a que lo compartas porque «compartir es amar»…. 😉
¿Cómo fue tu primera experiencia bajo el mar?